12/2/12

Sin ser escriba escribo sincero

El que escribe es sincero.

Escribiendo se alínea a la conciencia del momento mismo, el aquí y ahora de cada momento de antes y después y durante.

En mí caso es así. Te diría que cuando escribo es mi mente la que no puede hacer más que enviar las señales necesarias a los dedos para que tipeen. No existe bifurcación alguna entre el pensmaiento y el acto. No hay ninguna vocecita intermediando o disipando la concentración.

Las ideas fluyen y tal cual fluyen van a parar al papel o al monitor. Cien por ciento ahí, aquí, en este pensar-escribir-leer-corroborar-pensar-escri....

Me siento pleno, más que en cualquier otro acto de comunicación posible, ninguna voz me interrumpe ni se dispara en habladuría extrañas, ajenas del momento en cuestión, es una especie de blanqueo mental que sólo ve interrumpido el transe por le pensamiento hecho letra y viceversa. Nada más. Ni la voz de mi proio cerebro se atreve a distraernos, no puede, no tiene el valor suficiente de romper tamaña alineación poética.

Un grifo abierto. No hay basurillas, no hay ruido. Yo y mis palabras. Ellas y yo. En un único instante.

Pura verdad.

Así es, así soy, cuando escribo, porque escribiendo soy, mucho más soy.

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